Community:Folleto Informativo de la Asamblea Global
Contenido traducido y contextualizado. Este contenido es una versión adaptada de Information Booklet. Este contenido está contextualizado y comisariado por la comunidad de Global Assembly.
Asegúrese de consultar la página Acerca de para obtener más información antes de leer el folleto informativo.
Introducción
La Asamblea Global es una congregación de personas de todo el mundo para debatir la crisis climática y ecológica.
¿Qué es una Asamblea Ciudadana?
Una asamblea de ciudadanos es un grupo de personas con características diferentes que se reúnen para informarse sobre un determinado tema, deliberar sobre posibles acciones, hacer propuestas a los gobiernos y líderes y generar ideas para impulsar un cambio más amplio. Los miembros de una asamblea ciudadana representan una versión en miniatura del lugar en cuestión (por ejemplo, un país o una ciudad, o en este caso el mundo), basándose en criterios demográficos como el género, la edad, los ingresos y el nivel de educación.
¿Qué es la Asamblea Global?
La Asamblea Global de 2021 consta de: una Asamblea Ciudadana Central de 100 personas; Asambleas Comunitarias locales que cualquiera puede dirigir en cualquier lugar; y actividades culturales para involucrar a más personas.
A finales de este año se celebrarán dos grandes conferencias de líderes mundiales de las Naciones Unidas (ONU): la Conferencia de las Partes sobre el cambio climático (COP 26) y la Conferencia sobre la Biodiversidad (COP15). En el período previo a estas negociaciones de la COP, la Asamblea Global reúne a un grupo de 100 personas, que representan una foto de la población del planeta para conocer la crisis climática y ecológica, para deliberar y compartir sus mensajes clave que se presentarán en la COP26 en Glasgow en noviembre de 2021. Este año, la Asamblea Global deliberara sobre la siguiente cuestión "¿Cómo puede la humanidad hacer frente a la crisis climática y ecológica de manera justa y eficaz?".
Introducción al material didáctico
Este folleto informativo forma parte de una serie de recursos que apoyarán la fase de aprendizaje y deliberación de la Asamblea Global. El objetivo de estos materiales de aprendizaje es proporcionar información y datos para que puedas formar tus propias opiniones sobre la crisis climática y ecológica.
La crisis climática y ecológica es un tema complejo y el resultado de muchos factores históricos, sociales, económicos y políticos interconectados. Aunque a veces puede parecer un problema muy moderno, sus raíces se remontan a muchas generaciones y al menos a dos siglos atrás.
Este folleto es una introducción a algunos de los temas más importantes relacionados con la crisis climática y ecológica. Para crear este material, se reunió un comité de expertos[1] que aportaron sus conocimientos y sabiduría. Los detalles sobre el proceso de redacción de este folleto informativo están disponibles en el sitio web de la Asamblea Global.
Hay muchas ventanas a la crisis climática y ecológica y hemos hecho lo mejor que hemos podido para ofrecer una fotografía de los temas, hechos y cifras dominantes de forma concisa y legible.
Para complementar este folleto informativo, en el sitio web de la Asamblea Global estarán disponibles otros recursos como: vídeos, presentaciones animadas, creaciones artísticas y testimonios de experiencias vividas. La contextualización de este folleto informativo y su traducción a varios idiomas estarán disponibles en la wiki[2] de la Asamblea Global.
Los significados más detallados de las palabras resaltadas en negrita se encuentran en la sección del Glosario al final del folleto. A lo largo de este folleto, la temperatura se indica en grados Celsius (°C). Consulte en el glosario la traducción a Fahrenheit (°F).
Resumen
¿Cómo será el mundo en el año 2050?
Todos los niños que nazcan hoy se enfrentarán a las consecuencias del cambio climático inducido por el hombre y la degradación de la naturaleza. Ya no es una cuestión de "si", sino de "cuánto". La medida en que las personas que viven hoy y las generaciones futuras se verán afectadas depende de lo que hagamos ahora. Aunque una parte del calentamiento y de la pérdida de biodiversidad está "fijada" para el futuro, aún estamos a tiempo de limitar los cambios climáticos y la pérdida de biodiversidad, y de evitar los peores impactos posibles de la crisis climática y ecológica.
Las causas de esta crisis climática y ecológica tienen sus raíces en la historia y pueden relacionarse con las visiones del mundo que han configurado el funcionamiento de muchas sociedades actuales. El ser humano forma parte de la naturaleza y depende enormemente de ella para sobrevivir.
El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del aire y del agua están muy interconectados. La calidad de vida de las personas que viven en todas las partes del planeta, así como las perspectivas de las generaciones actuales y futuras, dependen de las medidas que se adopten hoy para hacer frente a estos problemas. El cambio a sistemas de energía renovable, la conservación y restauración de los ecosistemas y la búsqueda de nuevas y mejores formas de relacionarse con la naturaleza serán pasos sumamente importantes en los próximos años. Una encuesta reciente[3] ha revelado que la mayoría de las personas de todas las regiones del mundo apoyan las medidas sobre el cambio climático, incluso cuando la pandemia del COVID-19 sigue afectando a la vida cotidiana.
Puntos clave:
- Las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, están provocando el aumento de la temperatura del planeta. El aumento de las temperaturas globales está afectando a nuestro clima y a algunos de los patrones meteorológicos de forma irreversible[4], pero algunas de las peores consecuencias futuras pueden evitarse si se toman medidas hoy.
- Como consecuencia de la contaminación, el cambio climático, la destrucción de los hábitats naturales y la explotación, un millón de especies de plantas y animales están ahora en peligro de extinción[5].
- El cambio climático y la pérdida de biodiversidad amenazan la seguridad alimentaria y del agua y la salud humana.
El cambio climático se debe principalmente a un exceso de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. El dióxido de carbono (CO2), el más importante de los gases de efecto invernadero producidos por el ser humano, se produce cuando éste quema combustibles fósiles para obtener energía y transporte, y cuando se destruyen los bosques. En los últimos dos siglos esto ha provocado un calentamiento del planeta de 1,2 grados centígrados (°C) o 2,16 grados Fahrenheit (°F). Los científicos han descubierto que el calentamiento global de 2 °C (3.6°F) se superará durante el siglo XXI, a menos que se produzcan reducciones significativas de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas. Aunque no parezca mucho, esto significa la pérdida de vidas y medios de subsistencia de varios cientos de millones de personas[6].
El aumento de las temperaturas hace que la Tierra experimente olas de calor más frecuentes e intensas, incendios forestales y pérdidas de cosechas. También supone grandes cambios en las precipitaciones, con mucha más lluvia en algunos lugares y menos en otros, lo que provoca sequías e inundaciones.
Las actividades humanas en la Tierra están teniendo un impacto devastador en plantas, animales, hongos y microorganismos. Como resultado de la contaminación, el cambio climático, la destrucción de los hábitats naturales y la explotación, un millón de los ocho millones de especies de plantas y animales de la Tierra están ahora en peligro de extinción[5].
La falta de diversidad de especies debilita los ecosistemas, haciéndolos más vulnerables a las enfermedades y a los fenómenos meteorológicos extremos y menos capaces de satisfacer las necesidades y el bienestar de los seres humanos.
- La pérdida de biodiversidad es menos grave en las tierras gestionadas por los pueblos indígenas.
Gran parte de la biodiversidad del mundo existe en las tierras tradicionales y ancestrales de las naciones. Las culturas indígenas han conseguido vivir en armonía con la naturaleza durante milenios y poseen valiosos conocimientos para conservar y restaurar los ecosistemas y cultivar la biodiversidad. Sin embargo, una larga historia de colonización y marginación hace que muchas de estas comunidades se hayan visto forzadas o impelidas a abandonar sus medios de vida y sus tierras ancestrales, o a convertirse en refugiados climáticos debido a los desastres relacionados con el cambio climático. Como resultado, estas culturas, sistemas de conocimiento, lenguas e identidades únicas también están amenazadas.
- No todos los países son igualmente responsables del cambio climático, los países ricos han generado históricamente más gases de efecto invernadero.
La quema de combustibles fósiles está vinculada al desarrollo económico. Por ello, los países ricos como Estados Unidos de América, el Reino Unido y los países de la Unión Europea son los que más gases de efecto invernadero han producido a lo largo del tiempo. Ahora, a medida que la población mundial crece y países como China e India siguen la misma senda de desarrollo que los países ricos, cada vez hay más personas que dependen de la quema de combustibles fósiles.
- A menos que se produzcan reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero, no podremos limitar el calentamiento a menos de 2 °C (3.6°F). Esto tendrá un impacto significativo en el bienestar humano.
Vivir con el cambio climático significa vivir con incertidumbre. Una de estas incertidumbres gira en torno a la idea de un "punto de inflexión". Los puntos de inflexión climáticos son un "punto de no retorno", cuando los efectos combinados del cambio climático dan lugar a daños irreversibles que se extenderan en cascada por todo el mundo, como si fueran fichas de dominó. Cuando se alcanza un punto de inflexión, se desencadenan una serie de acontecimientos que conducen a la creación de un planeta inhóspito para muchas personas y otras formas de vida. La ciencia no puede predecir con certeza cuándo se alcanzará el punto de inflexión.
- En 2015, los líderes mundiales se reunieron en París y acordaron limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 °C, preferiblemente 1,5 °C.
- Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es probable que se alcancen 1,5 ºC de calentamiento en 2040. Sin embargo, la meta de los 2 °C sigue dependiendo en gran medida del nivel de emisiones de CO2 que se produzcan en las próximas décadas.
- Si se cumplen todos los objetivos actuales prometidos por los países de todo el mundo (las llamadas "contribuciones determinadas a nivel nacional") para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -y aún no sabemos si lo harán-, es probable que se produzca un calentamiento global de al menos 3 °C[7], a pesar del objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento a bastante menos de 2 °C.
- Muchos de los compromisos del Acuerdo de París por parte de los países más pobres pueden no llevarse a cabo porque dependen del apoyo financiero del exterior. Hasta ahora se ha materializado poco apoyo internacional.
Se espera que los países aumenten su compromiso cada cinco años. Desde París, ya se han logrado algunos avances. Sin embargo, las cosas no avanzan lo suficientemente rápido como para limitar el calentamiento a 1,5 °C. Al ritmo actual, el calentamiento alcanzará 1,5 °C en 2040, o antes, y seguirá aumentando a partir de entonces si no se toman medidas adicionales ahora.
- Casi dos tercios (64%) de los habitantes de 50 países del mundo creen ahora que el cambio climático es una emergencia mundial[3].
- Para mantener al alcance el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C, la década de 2020 debe ser la de la reducción significativa de las emisiones a nivel mundial.
Los líderes mundiales se reunirán en Glasgow a finales de este año para hablar de qué hacer con la crisis climática, y en China para hablar de la crisis ecológica. Es vital que los gobiernos empiecen a reconocer las interacciones entre estas dos crisis, y desarrollen objetivos, metas y acciones mutuamente compatibles.
Ahora que se han fijado los objetivos del Acuerdo de París, las conversaciones sobre el clima en Glasgow, deberán tratar de crear una hoja de ruta más detallada sobre cómo alcanzarlos. Algunas consideraciones importantes para la conferencia serán cómo acordar reducciones de emisiones más efectivas a corto plazo. Por ejemplo, abandonar los combustibles fósiles, mejorar el uso de la energía, limitar la deforestación y convertir las promesas de cero emisiones en acciones.
Contenido
¿Qué es una crisis climática?
En esta sección, exploramos el fenómeno conocido como "cambio climático". ¿Qué es? ¿Qué lo provoca? ¿Y por qué es urgente?
El cambio climático está relacionado con el calentamiento a largo plazo del planeta. Esto ocurre porque se liberan a la atmósfera grandes cantidades de gases de efecto invernadero [8] [9]
La atmósfera es una capa invisible que rodea la Tierra y que contiene muchos gases diferentes. Los gases de efecto invernadero son un grupo específico de gases que pueden cambiar el equilibrio térmico de la atmósfera y calentar la Tierra. Los principales gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono (producido por la quema de combustibles fósiles y la deforestación), el metano y el óxido nitroso (ambos producidos por la energía y las prácticas agrícolas).
Una forma de imaginar la relación entre los gases de efecto invernadero y la temperatura es imaginar una pequeña habitación cerrada en un día muy caluroso. El sol abrasador golpea el techo, pero dentro de la habitación no hay ventanas ni puertas por las que pueda escapar el calor. Como no tiene adónde ir, el calor se acumula en la habitación. Del mismo modo, cuando hay demasiados gases de efecto invernadero en la atmósfera, se crea un exceso de calor.
El principal gas de efecto invernadero emitido por el ser humano es el dióxido de carbono (CO2). Las actividades humanas también han degradado o destruido muchas de las partes de la naturaleza que lo eliminan de la atmósfera, como los bosques y el suelo. Desde que los habitantes de los países ricos empezaron a quemar combustibles fósiles hace unos 200 años, la temperatura de la superficie del planeta ha aumentado 1,2°C (2.16°F)[10] . Aunque no parezca mucho[8], los últimos 20 años han sido el periodo multianual más cálido en más de 100.000 años.
Este aparentemente pequeño aumento en las temperaturas (1,2°C o 2,16°F) significa que la gente está experimentando olas de calor más frecuentes e intensas, incendios forestales y pérdidas de cosechas. También significa grandes cambios en las precipitaciones, con mucha más lluvia en algunos lugares y menos en otros[9] , lo que provoca sequías e inundaciones.
Las inundaciones, las sequías, las olas de calor y los huracanes también ocurrían antes del cambio climático, pero la ciencia del clima nos dice que el cambio climático hace que este tipo de "fenómenos meteorológicos" extremos sean más probables o intensos, poniendo a millones de personas en todas las regiones del mundo en riesgo de perder sus hogares, morir o resultar heridas o no tener suficiente comida para comer o agua limpia para beber.
¿Qué es una crisis ecológica?
¿Qué impacto tienen las actividades humanas sobre las demás especies con las que compartimos el planeta? En esta sección analizamos por qué la biodiversidad es tan importante para la salud y el bienestar de los seres humanos, y el papel de las comunidades indígenas en todo el mundo.
Los seres humanos formamos parte de una red de vida que es mucho más grande que nuestra especie por sí sola. La salud humana está estrechamente interconectada con la salud de los animales, las plantas y el medio ambiente compartido. Como resultado de la forma en que los seres humanos -en particular los habitantes de los países más ricos del mundo- interactúan con la naturaleza, algunas especies animales y vegetales se están extinguiendo. El ritmo de extinción es mucho más rápido hoy en día en comparación con el resto de la historia[11].
La biodiversidad se refiere a todas las variedades de vida que pueden encontrarse en la Tierra, como plantas, animales, hongos y microorganismos. Cada especie individual tiene un papel específico en la salud del ecosistema. Sin embargo, como consecuencia de la contaminación, el cambio climático, especies foráneas invasoras, la destrucción de los hábitats naturales y la explotación (como la sobrepesca), un millón de los ocho millones de especies de plantas y animales que se calcula que hay en el mundo, están en peligro de extinción.
Hay muchas razones para ello. Los bosques de todo el mundo son el hogar de la mayoría de las diferentes especies de árboles, aves y animales del mundo, pero cada año se destruyen enormes extensiones de bosque cuando la tierra se convierte para que los seres humanos la utilicen para la agricultura, u otras actividades[12].
El sistema alimentario y la agricultura son uno de los mayores impulsores de la pérdida de biodiversidad; sólo la agricultura es la amenaza identificada para 24.000 especies en riesgo de extinción[13]. En la actualidad, todo el suministro de alimentos del mundo depende principalmente de muy pocas especies vegetales[14]. En los últimos siglos, se ha hecho hincapié en producir cada vez más alimentos a costes cada vez más bajos. Esta producción agrícola intensiva se ha producido a expensas del suelo y los ecosistemas de la Tierra, haciendo que el suelo sea cada vez menos fértil con el tiempo[15].
La producción actual de alimentos depende en gran medida de los fertilizantes, los plaguicidas, la energía, la tierra y el agua, y de prácticas insostenibles como el monocultivo (cultivo intensivo de una sola cosecha) y el laboreo intensivo (alteración de la estructura del suelo con herramientas y maquinaria). Esto ha destruido los hogares de muchas aves, mamíferos, insectos y otros organismos, amenazando o destruyendo sus lugares de reproducción, alimentación y anidación, y desplazando a muchas especies de plantas nativas[15].
La falta de diversidad de especies debilita los ecosistemas y los hace más vulnerables a las enfermedades y a los fenómenos meteorológicos extremos, y menos capaces de satisfacer las necesidades y el bienestar de los seres humanos[16]. Muchos medicamentos importantes utilizados para tratar enfermedades como el cáncer son naturales o son productos sintéticos inspirados en cosas que se encuentran en la naturaleza[16].
La población mundial aumenta año tras año, lo que significa que cada vez más personas dependen de los ecosistemas para satisfacer sus necesidades básicas. Se prevé que la pérdida de biodiversidad se acelerará en las próximas décadas, a menos que se tomen medidas urgentes para detener e invertir la degradación de los ecosistemas y limitar el cambio climático. Por eso se habla de crisis.
El papel de los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad
En promedio, las tendencias a la pérdida de biodiversidad ha sido menos grave en las zonas mantenidas o gestionadas por los pueblos indígenas y las comunidades locales[17]. Se calcula que hay más de 370 millones de indígenas repartidos por 70 países del mundo. Los pueblos indígenas, que representan casi el 5% de la población mundial, protegen el 80% de la biodiversidad terrestre[18]. Por ejemplo, en Cusco (Perú), una comunidad de quechuas conserva actualmente más de 1.400 variedades autóctonas de uno de los cultivos básicos del mundo: la papa[19]. Sin esta salvaguarda de la diversidad de especies, muchas de estas variedades podrían haberse extinguido para siempre. Vivir de forma responsable y en reciprocidad y armonía con la naturaleza es un valor fundamental de muchas culturas indígenas, y estos valores suelen ser distintos de los de las sociedades dominantes en las que viven.
Repartidos por todo el mundo, desde el Ártico hasta el Pacífico Sur, los pueblos indígenas son los descendientes -según una definición común- de quienes habitaban un país o una región geográfica en el momento en que llegaron personas de diferentes culturas u orígenes étnicos. Los recién llegados se convirtieron posteriormente en dominantes mediante la conquista, la ocupación, el asentamiento u otros medios[20].
Todavía hay especies de plantas, animales e insectos que no están documentadas o son desconocidas por la ciencia. La mayor parte de esta biodiversidad probablemente existe en las tierras tradicionales y ancestrales de los pueblos indígenas. Las culturas indígenas han conseguido vivir en armonía con la naturaleza durante milenios, y poseen valiosos conocimientos para conservar y restaurar los ecosistemas y cultivar la biodiversidad[21].
Sin embargo, en todo el mundo, las comunidades indígenas han tenido que abandonar sus medios de vida y sus tierras ancestrales debido a la pérdida de tierras a causa de proyectos de desarrollo a gran escala, o se han convertido en refugiados climáticos debido a los desastres relacionados con el cambio climático[22]. Por ejemplo, en Alaska, el estado de EE.UU. con la mayor población indígena, la subida del nivel del mar y el aumento de los incendios forestales han obligado a reubicar algunas de estas comunidades[23].
Debido a una historia de siglos de marginación y colonización, los pueblos indígenas tienen casi tres veces más probabilidades de vivir en la pobreza extrema que sus homólogos no indígenas[24]. La crisis de la biodiversidad también está relacionada con el futuro de estas culturas, sistemas de conocimiento, lenguas e identidades únicas y diversas.
¿Por qué estamos en una crisis climática y ecológica?
En esta sección exploramos cómo algunas de las "visiones del mundo" dominantes de los últimos siglos han configurado una actitud hacia la naturaleza que subyace a la crisis climática y ecológica actual.
La crisis del clima y la biodiversidad es un problema complejo y el resultado de muchas cuestiones políticas, económicas y sociales que se entrecruzan. Uno de los factores que subyacen a la dificultad de afrontar este reto son algunas de las "visiones del mundo" que sustentan la crisis climática y ecológica. Una visión del mundo es como un par de gafas que usamos para ver el mundo que nos rodea. Nuestra visión del mundo representa nuestros valores y creencias fundamentales, y configura nuestra forma de pensar y lo que esperamos del mundo. Está influenciada por nuestras propias experiencias personales, las creencias y valores que nos han transmitido nuestras familias y profesores, y las creencias y valores de la cultura en la que hemos crecido. Nuestra visión del mundo influye en cómo vemos y actuamos en el mundo.
Hoy en día, el "crecimiento económico" se utiliza a menudo como un marcador de progreso y un indicador de que el nivel de vida está mejorando. Sin embargo, la idea de crecimiento económico suele ir unida a una visión del mundo según la cual el ser humano domina y explota la naturaleza[25]. Esta "visión del mundo" está en el corazón de muchas naciones altamente contaminantes, y muchos creen que tiene sus raíces hace 400 años, en un período de tiempo que se conoce como la Revolución Científica. Los intelectuales de la época escribieron sobre la superioridad del hombre sobre la naturaleza[26], y cómo era el derecho de los humanos a dominar la naturaleza. Las ideas que se difundieron por primera vez en esta época fueron muy influyentes durante los siglos siguientes, y contribuyeron a conformar las leyes, las tecnologías, los modos de vida, las costumbres y las culturas que aún hoy están presentes en los países ricos. Muchas de estas formas de vida se han transmitido o impuesto a otros países del mundo.
Desde la Revolución Industrial, los avances de la ciencia y la tecnología alejaron a los habitantes de los países ricos de su dependencia directa de la naturaleza. Millones de personas se trasladaron a la ciudad y empezaron a trabajar en fábricas, donde manejaban máquinas, en lugar de hacer cosas con herramientas manuales y trabajar en la tierra. En este periodo, las nuevas tecnologías, como el tren de vapor, el automóvil y la bombilla eléctrica, transformaron rápidamente la vida de las personas, de forma parecida a como los teléfonos móviles, los ordenadores personales e Internet han cambiado la vida actual en comparación con hace 50 años. Aunque algunos cambios tecnológicos han beneficiado indudablemente a las personas, por ejemplo dando forma a la medicina moderna, las nuevas tecnologías han permitido a las personas dominar y extraer de la naturaleza de una manera que no había sido posible antes.[27]
La Revolución Industrial permitió la extracción de combustibles fósiles a gran escala. La quema de combustibles fósiles ha sido la fuente de energía dominante durante más de 100 años, y esto ha impulsado el desarrollo económico. Como resultado de ello, los países ricos como Estados Unidos, el Reino Unido y los países de la UE han producido la mayor cantidad de gases de efecto invernadero a lo largo del tiempo[28]. Ahora, cuando países como China e India siguen el mismo camino de desarrollo que los países ricos, cada vez hay más personas que dependen de la quema de combustibles fósiles[28]. Con su economía en rápido crecimiento, China es actualmente el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo[29]. Históricamente, Estados Unidos ha sido el mayor emisor, lo que significa que ha emitido la mayor cantidad de gases de efecto invernadero a lo largo del tiempo[30]. Dentro de los cinco principales contribuyentes a las emisiones, EE.UU. es también el país con mayores emisiones de CO2 por persona[31].
La crisis climática y ecológica es un problema multidimensional, y es imposible encontrar una única narrativa sobre por qué está ocurriendo, o por qué se ha fracasado en su tratamiento. Es más, es muy difícil que la gente comprenda la escala y las implicaciones de la crisis climática y ecológica, y esto limita la capacidad de la gente para actuar con la decisión y la urgencia necesarias.
Los modos de vida que perjudican a la naturaleza y emiten carbono están profundamente arraigados en las sociedades modernas. Algunos llaman a la crisis climática y ecológica una "crisis de relación" entre los seres humanos y la naturaleza. Para pasar a un futuro más sostenible, dicen que tenemos que "hacer las paces"[11] con la naturaleza y transformar nuestros sistemas económicos, financieros y productivos en consecuencia[11]. En 2021, un grupo de investigadores identificó nueve razones interconectadas para nuestro fracaso colectivo a la hora de abordar la crisis climática en las últimas tres décadas. Argumentaron que para abordar adecuadamente esta crisis, es necesario cuestionar muchas de las visiones del mundo fundamentales en el corazón de las sociedades industrializadas y ricas[32].
Los seres humanos son animales biológicos y el planeta Tierra es nuestro hábitat. En lugar de estar separados de la naturaleza, formamos parte de ella y dependemos de ella para sobrevivir[11]. Los microorganismos de nuestro intestino ayudan a la digestión, mientras que otros componen parte de nuestra piel. Los polinizadores, como las abejas y las avispas, ayudan a producir los alimentos que comemos, mientras que los árboles y las plantas absorben el CO2 que expulsamos y producen el oxígeno que necesitamos para respirar[25]
A pesar de muchas décadas de acción climática, las sociedades ricas aún no han logrado imaginar formas de vida deseables que no estén entrelazadas con los combustibles fósiles, ni dependan del crecimiento económico como señal de desarrollo y progreso[32].
Un medio ambiente sano es un requisito previo para una economía sostenible. Cada vez está más aceptado que la producción económica -el producto interior bruto (PIB)- como medida de crecimiento económico debe complementarse con la "riqueza inclusiva" (la suma del capital producido, humano y natural), que tiene en cuenta la salud del medio ambiente y es una mejor medida para saber si las políticas económicas nacionales son sostenibles para los jóvenes de hoy y las generaciones futuras[11]
Negociaciones internacionales
¿Qué se ha conseguido hasta ahora en las negociaciones sobre el clima?
Los científicos llevan décadas prediciendo el cambio climático inducido por el hombre. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se firmó en Río de Janeiro en 1992, y las Conferencias de las Partes (COP) se celebran cada año desde 1995. El objetivo de las conferencias es debatir qué hacer con el cambio climático y proponer las medidas que deben tomar los Estados participantes para hacer frente al cambio climático [33]
En 2015, los líderes mundiales se reunieron en París para la conferencia COP21. Los resultados de esa conferencia fueron que, por primera vez, los líderes mundiales llegaron a un acuerdo sobre una acción a gran escala contra el cambio climático. Unos 196 Estados participantes de todo el mundo acordaron limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 °C, preferiblemente 1,5 °C [34] . Casi todos los países asumieron un compromiso (una promesa o una "contribución determinada a nivel nacional", NDC) para limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero y reducir su contribución al cambio climático. Estas promesas serán actualizadas cada cinco años.
Hay dos objetivos asociados a la limitación del cambio climático en el Acuerdo de París:
- Limitar el calentamiento global a un máximo de 2°C para finales de siglo (2.100), y preferiblemente a 1,5°C.
- Alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
Si somos capaces de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo para 2030, la siguiente etapa sería que los países alcanzaran las emisiones "netas cero" para 2050. Cero neto significa eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera al mismo ritmo que se emiten, o simplemente eliminar las emisiones por completo. Esto podría lograrse mediante la eliminación o "captura" de dióxido de carbono de la atmósfera por parte de los bosques, el suelo y el océano, y mediante tecnologías de captura de carbono (aún no plenamente desarrolladas).
En los últimos años...
- Las emisiones de CO2 de China aumentaron un 80% entre 2005 y 2018 y se espera que sigan aumentando durante la próxima década, dado su ritmo de crecimiento económico previsto[35].La UE y sus Estados miembros están en vías de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 58% para 2030 [35], respecto a 1990.
- Las emisiones de la India aumentaron en torno al 76% entre 2005 y 2017 y, al igual que las de China, se espera que sigan aumentando hasta 2030 debido al crecimiento económico.[35]
- La Federación Rusa, el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero, presentó su primera NDC en 2020 con el objetivo de reducir las emisiones en un 30% para 2030.[33]
- EE.UU. se ha comprometido recientemente a reducir sus emisiones en un 50-52% para 2030 con respecto a 2005, cuando las emisiones alcanzaron su máximo.
En conjunto, las NDC determinan si el mundo alcanzará o no los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París.[34] Si se cumplieran todos los objetivos actuales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero -y aún no sabemos si lo harán-, es probable que se produzca un calentamiento global de al menos 3 ºC, a pesar del objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento a bastante menos de 2 ºC.[35]
Dado que las NDC actuales no son suficientes para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, cada cinco años se presentan nuevas NDC a la ONU. La intención es que cada país sea más ambicioso en sus objetivos, basándose en las metas del Acuerdo de París. Cada país establece objetivos diferentes. Por ejemplo, la UE se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030[36] y el Reino Unido en un 78% para 2035[37]. Francia y el Reino Unido son algunos de los países que han convertido en un requisito legal el llegar a cero emisiones netas en 2050. Japón, Sudáfrica, Argentina, México y la UE han anunciado objetivos para alcanzar el nivel cero en 2050.[38]China se compromete a alcanzar el "pico de emisiones" en 2030[39] y a pasar a cero a finales de 2060. [40]
Desde París, ya se han logrado algunos avances. Sin embargo, las cosas no avanzan lo suficientemente rápido. Un reciente análisis de la ONU concluye que si se cumplieran todos los NDC, aún podría producirse un aumento de la temperatura de unos 2,7 °C a finales de siglo.[41]
Al ritmo actual, el calentamiento alcanzará los 1,5 °C en torno a 2040, -posiblemente antes-.[42] y seguirán aumentando si no se toman medidas ahora. Las pruebas han demostrado que los riesgos asociados a un aumento de 2 °C de la temperatura global son mayores de lo que se pensaba.[43]
Desde la COP21, dos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de 2018 y 2021 han subrayado que la diferencia entre 1,5°C y 2°C de calentamiento supondrá la pérdida de vidas y medios de subsistencia para millones[44], con consecuencias adversas aún mayores para niveles de calentamiento más elevados.
La investigación ha demostrado cómo las empresas de combustibles fósiles han presionado para debilitar las políticas climáticas en todo el mundo y han seguido haciéndolo mientras decían apoyar el Acuerdo de París. El cabildeo político de los intereses de los combustibles fósiles también explica por qué el Acuerdo de París no menciona explícitamente la descarbonización o la reducción del uso de combustibles fósiles, a pesar de la evidencia científica de que para mantener 1,5-2°C de calentamiento es necesario que la mayoría de los combustibles fósiles permanezcan en el suelo. [45]
Además, muchos países exportadores de combustibles fósiles han obstruido el proceso de toma de decisiones paralizando las negociaciones, exacerbando las tensiones políticas y evitando cualquier referencia a los combustibles fósiles como causa principal del cambio climático. Los países ricos en reservas de combustibles fósiles, como Arabia Saudí, Estados Unidos, Kuwait y Rusia, han destacado por obstruir las negociaciones y cuestionar la ciencia del cambio climático.[45]
Los países ricos no han liderado de forma decisiva la lucha contra el cambio climático, tanto en lo que se refiere a la consecución de reducciones significativas de las emisiones como a la aportación de una financiación adecuada y predecible. El hecho de que las naciones más ricas no hayan liderado adecuadamente esta cuestión ha creado desconfianza, permitiendo que grupos de intereses creados, como la industria de los combustibles fósiles, se afiancen en algunos países en desarrollo y, por lo tanto, se consolide el desarrollo con altas emisiones de carbono, en lugar de las alternativas con bajas emisiones.[45]
La falta de una acción rápida y decisiva sobre el cambio climático generará importantes costes financieros para los gobiernos de todo el mundo. Se calcula que las condiciones meteorológicas extremas como consecuencia del cambio climático inducido por el hombre podrían costar 2.000 millones de dólares al día de aquí a 2030. Además del coste, los fenómenos y patrones meteorológicos seguirán cambiando y afectarán negativamente a la salud humana, los medios de vida, los alimentos, el agua, la biodiversidad y el crecimiento económico. [35]
¿Qué han conseguido hasta ahora las negociaciones sobre biodiversidad?
La biodiversidad tiene un importante valor económico, biológico y social, pero durante mucho tiempo sólo se ha considerado el valor económico del mercado.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) se abrió a la firma en Río de Janeiro en 1993. El convenio reconoció por primera vez en el derecho internacional que la conservación de la biodiversidad es una "preocupación común de la humanidad" [46]. El acuerdo abarca los ecosistemas, las especies y los recursos genéticos, como las semillas.
En 2010, las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) adoptaron el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, un marco de acción de diez años para que todos los países protejan la biodiversidad y los beneficios que ésta proporciona a las personas. Como parte del plan estratégico, se adoptaron 20 objetivos ambiciosos pero realistas, conocidos como las Metas de Aichi para la Biodiversidad. [47]
Sin embargo, ninguna de las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica se cumplió plenamente en el plazo previsto de 2020, y los análisis muestran que se han producido avances moderados o escasos en la mayoría de las metas destinadas a abordar las causas de la pérdida de biodiversidad. Como resultado, el estado de la biodiversidad sigue disminuyendo.
En 2021 se iniciará en Kunming (China) la 15ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB COP15), que concluirá en 2022, para acordar un nuevo marco para la biodiversidad, con un conjunto de objetivos y metas.
Además del Convenio sobre la Diversidad Biológica, existen otros cinco convenios relacionados con la biodiversidad. Entre ellas, la Convención de Ramsar sobre los Humedales, la Convención sobre las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), la Convención sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, y la Convención sobre el Patrimonio Mundial (WHC). A pesar de estas numerosas conferencias internacionales sobre la pérdida de biodiversidad, ninguno de los objetivos de los acuerdos internacionales se ha cumplido plenamente. [48]
Es vital que los gobiernos empiecen a reconocer las interacciones entre los dos problemas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y que desarrollen objetivos, metas y acciones mutuamente compatibles.
¿Cuál es el impacto del cambio climático y la crisis ecológica en...
En esta sección se hace un amplio repaso de la magnitud y el impacto del cambio climático y la crisis ecológica en la salud y los medios de vida de las personas, los ecosistemas y la biodiversidad en regiones de todo el mundo. Estos efectos serán más o menos graves dependiendo del nivel de acción que se tome ahora.
... la salud humana y los medios de subsistencia?
El cambio climático es perjudicial para la salud humana. Aumenta el estrés relacionado con el clima[48] y conlleva un mayor riesgo de enfermedades, malnutrición, lesiones y muerte debido a condiciones meteorológicas extremas como sequías, huracanes e inundaciones[49]. Este riesgo aumenta con el incremento del calentamiento.
Los cambios en los patrones climáticos pueden aumentar la probabilidad de enfermedades infecciosas. Se prevé que los riesgos de algunas enfermedades que pueden transmitirse de los animales o los insectos a los seres humanos, como la malaria y el dengue, aumentan con el calentamiento de 1,5 a 2 ºC y que se incrementen aún más con cambios de temperatura más elevados, incluyendo posibles cambios en el lugar de aparición de estas enfermedades.[50] Por ejemplo, los estudios han demostrado que el cambio climático está relacionado con el aumento de las tasas de la enfermedad de Lyme en Canadá.[51]
Las pandemias pueden minimizarse utilizando un enfoque de "una sola salud". Las enfermedades que saltan de los animales a los seres humanos, como el Covid-19, pueden prevenirse limitando las interacciones entre los seres humanos y la fauna salvaje y el ganado. En el enfoque "one-health", profesionales con una amplia experiencia y conocimientos -como la salud pública, la sanidad animal, la sanidad vegetal y el medio ambiente- unen sus fuerzas para lograr mejores resultados en materia de salud pública.[52]El enfoque "one-health" puede utilizarse para prevenir catástrofes de salud humana, por ejemplo, como Covid-19. Detener e invertir la degradación de los ecosistemas, como la deforestación, protegerá plantas valiosas para la investigación médica y también reducirá el riesgo de pandemias de enfermedades zoonóticas.
El cambio climático repercute en el crecimiento económico de todas las regiones. Se espera que los países de los trópicos y los subtrópicos del hemisferio sur experimenten el mayor impacto en el crecimiento económico debido al cambio climático si el calentamiento global aumenta de 1,5 a 2°C[53],y aún más con mayores niveles de calentamiento.
Muchas personas de todo el mundo viven en regiones que, en 2015, ya habían experimentado un calentamiento de más de 1,5 °C durante al menos una estación.[54]El impacto del cambio climático recae de forma desproporcionada en los más pobres y vulnerables. Limitar el calentamiento global a 1,5°C, frente a 2°C, podría reducir el número de personas expuestas a los riesgos relacionados con el clima en hasta varios cientos de millones para 2050.[55]
Cada vez vemos más pruebas de la migración inducida por el cambio climático[56]. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, los refugiados, los desplazados internos y los apátridas están en primera línea de la crisis climática[57]. Muchos viven en "puntos calientes" climáticos, donde suelen carecer de recursos para adaptarse a un entorno cada vez más hostil. Los peligros resultantes de la creciente intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias inusualmente intensas, las sequías prolongadas, la desertificación, la degradación del medio ambiente o la subida del nivel del mar y los ciclones, ya están provocando que una media de más de 20 millones de personas abandonen sus hogares y se trasladen a otras zonas de sus países, o abandonen sus países por completo, cada año.[57][58]
A finales de 2020, alrededor de siete millones de personas en 104 países y territorios vivían en situación de desplazamiento como consecuencia de catástrofes ocurridas no sólo en 2019, sino también en años anteriores.[59]Los cinco países con mayor número de desplazados internos por catástrofes naturales son Afganistán (1,1 millones), India (929.000), Pakistán (806.000), Etiopía (633.000) y Sudán (454.000).[59] En 2017, unos 1,5 millones de estadounidenses emigraron ante las catástrofes naturales, temporal o permanentemente, a otras partes del país.[60]
... seguridad alimentaria?
La seguridad alimentaria significa que todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, seguros y nutritivos que satisfagan sus preferencias alimentarias y sus necesidades dietéticas para llevar una vida activa y saludable.[61]
La seguridad alimentaria se ve amenazada por la pérdida de polinizadores y de suelo fértil como consecuencia de la crisis ecológica, y la capacidad de la Tierra para sostener las crecientes necesidades de alimentos nutritivos seguirá debilitándose ante el continuo declive medioambiental.
El cambio climático ya ha afectado a la seguridad alimentaria debido al calentamiento, los cambios en los patrones de lluvia y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos. Los cambios en el clima hacen que en los últimos años el rendimiento de las cosechas haya disminuido en algunas regiones y aumentado en otras. El cambio climático está afectando a la seguridad alimentaria en las zonas áridas, especialmente en África, y en las regiones de alta montaña de Asia y Sudamérica.[62]
Los efectos del cambio climático interactuarán con otros riesgos, y los factores sociales y políticos. Un ejemplo de ello lo encontramos en algunas partes de África Occidental. En el Sahel[63], la desertificación hace que los ganaderos emigren hacia el sur con su ganado en busca de pastos. Esto ha provocado un aumento de los enfrentamientos violentos entre estos pastores y los agricultores del sur, cuyas cosechas son destruidas y consumidas por el ganado de los pastores nómadas que las invaden. Como consecuencia, se están abandonando las granjas y las tierras de cultivo por miedo a la violencia, lo que provoca escasez de alimentos y amenaza la seguridad alimentaria.
Se espera que las reducciones en la disponibilidad de alimentos sean más significativas a 2°C en comparación con 1,5°C, e incluso mayores con cambios de temperatura más grandes, especialmente en el Sahel, el sur de África, el Mediterráneo, Europa central y el Amazonas[64], con menores rendimientos de maíz, arroz, trigo y otros cultivos de cereales, sobre todo en el África subsahariana, el sudeste asiático y América Central y del Sur.
Se prevé que la producción agrícola y ganadera disminuye e incluso tenga que ser abandonada en algunas regiones del sur de Europa y del Mediterráneo debido al aumento de los efectos negativos del cambio climático.[65]
Con el aumento de las temperaturas se espera que el ganado se vea afectado, dependiendo del alcance de los cambios en la alimentación animal disponible, la propagación de enfermedades y la disponibilidad de recursos hídricos.[55] También hay pruebas de que el cambio climático ha provocado cambios en las plagas y enfermedades agrícolas.[66]
Se prevé que los riesgos del cambio climático para la seguridad y el acceso a los alimentos sean elevados entre 1,2-3,5°C de calentamiento, muy elevados entre 3-4°C de calentamiento, y catastróficos a 4°C y por encima. Se espera que el aumento de las concentraciones de CO2 reduzca el contenido de proteínas y nutrientes de los principales cultivos de cereales, lo que reduciría aún más la seguridad alimentaria y nutricional.[67]
... seguridad del agua?
La seguridad del agua se mide por la disponibilidad de agua, la demanda de agua y la calidad (niveles de contaminación) de las fuentes de agua.
La presión sobre los ecosistemas como consecuencia de la crisis ecológica ha provocado el agotamiento o la degradación de las fuentes de agua dulce.
Alrededor del 80% de la población mundial ya sufre graves amenazas a la seguridad del agua.[4] Está claro que el cambio climático puede afectar a la disponibilidad de agua y amenazar la seguridad hídrica debido a los cambios en los patrones de lluvia. En general, la lluvia está aumentando en las regiones tropicales y de gran altitud, y disminuyendo en las subtropicales debido al cambio climático.[68]En 2017, alrededor de 2.200 millones de personas no tenían acceso a agua potable gestionada de forma segura. Más de 2.000 millones de personas en todo el mundo viven en cuencas fluviales que sufren estrés hídrico, donde la necesidad de agua dulce supera el 40% de la disponible. En algunos países de África y Asia, las necesidades superan el 70% del agua dulce disponible.[56]
La falta de acceso al agua potable es también un problema de seguridad alimentaria, ya que el principal uso del agua dulce en todo el mundo es el riego, que actualmente representa el 70% de las extracciones de agua dulce[56]. Alrededor de 1.200 millones de personas viven en zonas donde la escasez de agua es un reto para la agricultura.[69]En el último siglo, el crecimiento de la población, las actividades industriales y agrícolas y el nivel de vida han creado una mayor demanda de agua en todo el mundo.[67]
Los humedales se están perdiendo en todo el mundo, amenazando la calidad del agua en muchas regiones del planeta.
... la biodiversidad y los ecosistemas terrestres?
Los ecosistemas son los sistemas de apoyo a la vida del planeta, para la especie humana y todas las demás formas de vida. En las últimas décadas, los seres humanos han cambiado los ecosistemas naturales de forma rápida y extensa. Esta transformación del planeta ha supuesto beneficios para el bienestar humano (por ejemplo, una mayor esperanza de vida) y el desarrollo económico, pero no todas las regiones y grupos de personas se han beneficiado de este proceso, y muchos se han visto perjudicados. Los costes totales de estas ganancias apenas se están haciendo evidentes.[70] Los avances económicos, sociales y tecnológicos se han producido a expensas de la capacidad de la Tierra para mantener el bienestar humano actual y futuro.[71]
Como ya hemos comentado en el apartado dos, actualmente las especies se extinguen entre decenas y cientos de veces más rápido que el ritmo normal de extinción[72][73]. El cambio climático aumenta el riesgo de extinción de algunas especies, ya que entre el 20 y el 30 por ciento de las especies vegetales y animales corren un mayor riesgo de extinción con un calentamiento de 2°C, y un número aún mayor con un calentamiento mayor.[74] Se calcula que más de medio millón de especies carecen de un hábitat suficiente para su supervivencia a largo plazo y están abocadas a una extinción temprana, muchas de ellas en pocas décadas, a menos que se restauren sus hábitats.[75]
Se prevé que con un calentamiento de 2 °C, el 13% de los ecosistemas se transformarán de un paisaje a otro, por ejemplo, de un ecosistema de selva tropical a uno de sabana. Con un calentamiento de 2 °C, este porcentaje aumenta al 20-38%, y al 35% con un calentamiento de 4 °C.[76]
Existe un alto grado de certeza en que el aumento de las temperaturas globales dará lugar a desplazamientos de las zonas climáticas, con la creación de nuevos climas cálidos en las regiones tropicales[77], temporadas de incendios más largas y mayor riesgo de incendios en las regiones propensas a la sequía.[77]
En 2020, menos de una cuarta parte de la superficie terrestre mundial sigue funcionando de forma casi natural, con su biodiversidad prácticamente intacta. Esta cuarta parte se encuentra principalmente en zonas secas, frías o montañosas, y hasta ahora tiene una baja población humana y ha sufrido poca transformación.[75]
... los océanos y la vida marina?
El océano es el hogar de la biodiversidad, desde los microbios hasta los mamíferos marinos, y de una amplia gama de ecosistemas. En la actualidad, dos tercios de los océanos sufren el impacto del ser humano. Las actividades humanas perjudiciales incluyen la sobrepesca, las infraestructuras costeras y de alta mar y el transporte marítimo, la acidificación de los océanos y la escorrentía de residuos y nutrientes.Un tercio de las poblaciones de peces marinos salvajes se sobreexplotaron en 2015, y el agotamiento de las poblaciones de peces debido a la sobrepesca es un enorme riesgo para la seguridad alimentaria. La entrada de fertilizantes en los ecosistemas costeros ha producido más de 400 "zonas muertas" que suman más de 245.000 km2, una superficie mayor que la de Ecuador o el Reino Unido .[78] En 2021, una fuga en una planta de fertilizantes abandonada en Florida causó una "floración de algas" que provocó la muerte de toneladas de vida marina.[79]
La contaminación por plásticos en los océanos se ha multiplicado por diez desde 1980, constituyendo entre el 60 y el 80% de los residuos que se encuentran en los océanos. El plástico se encuentra en todos los océanos a todas las profundidades y se concentra en las corrientes marinas. La basura plástica de los océanos provoca impactos ecológicos que incluyen el enredo y la ingestión por parte de la vida marina y los animales. El riesgo de pérdida irreversible de los ecosistemas marinos y costeros, incluidas las praderas marinas y los bosques de algas, aumenta con el calentamiento global.[78]
Actualmente, los océanos de la Tierra absorben el 30% de las emisiones mundiales de CO2 y casi todo el exceso de calor de la atmósfera, lo que provoca el calentamiento de las temperaturas del mar. Desde 1993, el ritmo de calentamiento de los océanos se ha duplicado con creces[80],lo que provocará la destrucción de los arrecifes de coral y la extinción de algunas especies marinas. Los arrecifes de coral son especialmente vulnerables al cambio climático y se prevé que disminuyan entre el 10 y el 30 por ciento de su cobertura anterior con un calentamiento de 1,5 ºC, y a menos del 1 por ciento de su cobertura anterior con un calentamiento de 2 ºC (es decir, el 99 por ciento de los arrecifes de coral se perderían con un calentamiento de 2 ºC)[81]. La acumulación de calor en los océanos persistirá durante siglos y afectará a muchas generaciones futuras.[82]
Aproximadamente el 40% de la población mundial vive a menos de 100 km de la costa. Alrededor del 10% de la población mundial vive en zonas costeras que están a menos de 10 metros sobre el nivel del mar.[83] Como consecuencia del cambio climático, el nivel del mar está subiendo, el océano se está calentando y el agua del mar se está volviendo más ácida debido a la ingesta de dióxido carbono. Incluso si el calentamiento se mantiene muy por debajo de los 2°C, es muy probable que las comunidades de todas las regiones del mundo -especialmente las costeras- tengan que adaptarse a estos cambios en los océanos del mundo.[84]
Como consecuencia del calentamiento de la temperatura de los océanos, muchas especies marinas han cambiado su comportamiento y su ubicación, lo que les hace entrar en contacto con otras especies, provocando trastornos en los ecosistemas y aumentando el riesgo de propagación de enfermedades[85].
Muchos cambios debido a las emisiones pasadas y futuras de gases de efecto invernadero son irreversibles durante siglos o milenios, especialmente los cambios en la circulación oceánica, las capas de hielo y el nivel del mar.
¿Qué medidas se han tomado ya?
Han pasado seis años desde el Acuerdo de París. ¿Qué medidas han tomado los países hasta ahora para reducir las emisiones y la pérdida de biodiversidad, y qué más hay que hacer?
Transición energética
Una de las acciones más importantes de la próxima década será el cambio de la generación de electricidad a fuentes renovables y el abandono de los combustibles fósiles. Si bien el crecimiento de las energías renovables es importante para permitir que el mundo se aleje de los combustibles fósiles, al mismo tiempo la creciente disponibilidad de energías renovables podría simplemente conducir a un crecimiento general del uso total de energía.[32]
El acceso universal a una energía limpia y asequible requiere una transformación tanto de la producción como del uso de la energía.[56] Reducir el uso del carbón en un 70% para 2030 significa quintuplicar la energía eólica y solar, así como eliminar y cerrar 2.400 centrales eléctricas de carbón en todo el mundo en la próxima década.[31]Las medidas adoptadas para sustituir la energía de los combustibles fósiles por la energía renovable costarán dinero, pero a la larga será más barato mitigar el cambio climático que verse obligado a adaptarse a él.[86]
Además, la transición a una economía con bajas emisiones de carbono tiene múltiples ventajas económicas y sanitarias, como la reducción de la contaminación atmosférica urbana causada en gran parte por los vehículos de gasolina y diésel.[87][88][89]
La energía solar y la eólica son ahora más baratas que las centrales de carbón o gas en la mayoría de los países, y los proyectos solares ofrecen una electricidad de las más baratas jamás vistas.[90]
Para cumplir con los compromisos de París es necesario el retiro anticipado o la reutilización de las infraestructuras energéticas. Muchos estudios demuestran que permitir simplemente que las instalaciones de combustibles fósiles existentes funcionen hasta el final de su vida útil prevista no mantendría las emisiones por debajo de 1,5°C y 2°C[32].
Aumentar el suministro de energía limpia es importante para lograr un crecimiento económico sostenible y limitar al mismo tiempo el calentamiento global. La energía limpia tiene el potencial de reducir la pobreza y la contaminación del aire interior y exterior, y proporcionará servicios críticos como las comunicaciones, la iluminación y el bombeo de agua.[91]La mejora y el aumento de la eficiencia energética podrían reducir las emisiones de CO2 en un 40% para 2040. Para ello sería necesario aumentar la eficiencia en el transporte (por ejemplo, los coches eléctricos), en los hogares (casas y electrodomésticos más eficientes) y en la industria. Los hogares de todo el mundo también podrían ahorrar más de 500.000 millones de dólares al año en sus facturas de energía si aumentaran su eficiencia energética (electricidad, gas natural para la calefacción y la cocina, y combustible para el transporte).[92]
Conservación y restauración
Los problemas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del aire y del agua están interconectados. Uno de los principales retos de las próximas décadas será reconocer la naturaleza interconectada de estos problemas, y asegurarse de que las acciones para abordar uno de ellos no tengan consecuencias no deseadas en los otros. Por ejemplo, la sustitución de la vegetación autóctona por monocultivos para suministrar bioenergía[93], o la destrucción de ecosistemas para construir infraestructuras de energías renovables.[94]
La reforestación a gran escala con vegetación autóctona aborda simultáneamente los problemas de la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del aire y el agua.
La restauración de los ecosistemas aumenta la capacidad de los bosques, el océano y el suelo para absorber el dióxido de carbono. En la actualidad, la naturaleza sólo es capaz de absorber alrededor de la mitad de las emisiones de CO2, repartidas más o menos a partes iguales entre los ecosistemas terrestres y el océano, y el resto permanece en la atmósfera y provoca el calentamiento de la Tierra.[95]
Los bosques absorben actualmente menos de una cuarta parte de las emisiones de carbono procedentes de los combustibles fósiles y la industria[96],con el potencial de almacenar mucho más.
La agricultura es un gran impulsor de la pérdida de biodiversidad y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Cambiar los sistemas de producción de alimentos para que utilicen métodos agrícolas que funcionen con la naturaleza es fundamental para restaurar los ecosistemas naturales y aumentar la capacidad del suelo para secuestrar carbono. Los métodos agrícolas sostenibles tienen el potencial de ayudar a eliminar el hambre y la malnutrición, y de contribuir a la salud humana. La agricultura sostenible conserva y restaura los suelos y los ecosistemas, mejorando la biodiversidad local, en lugar de degradarla.[56]
Los pequeños agricultores, en particular las mujeres, son fundamentales para lograr una seguridad alimentaria sostenible y deben ser empoderados mediante el acceso a la financiación, la educación y la formación, y la información y la tecnología.[56]
Sensibilización mundial
Desde el Informe Especial sobre el Calentamiento Global de 1,5ºC del IPCC en 2018 y la Evaluación mundial de la Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas (IPBES) en 2019, la conciencia mundial sobre la crisis climática y ecológica ha aumentado considerablemente.
En 2021, la ONU publicó los resultados de la votación popular sobre el clima[3]. Con 1,2 millones de personas de todo el mundo que aportaron sus puntos de vista, se trata de la mayor encuesta de opinión pública sobre el cambio climático jamás realizada, lo que permite conocer la opinión del público sobre soluciones climáticas como las energías renovables y la conservación de la naturaleza. En muchos de los países participantes, era la primera vez que se realizaba un intento a tan gran escala de recabar la opinión pública sobre el tema del cambio climático.
La votación popular sobre el clima reveló que casi dos tercios (64%) de los habitantes de 50 países creen que el cambio climático es una emergencia mundial. Se trata de una información importante para los gobiernos de cara a la COP26 de Glasgow, ya que muestra que la mayoría de la gente cree que es vital actuar sobre el cambio climático ahora.
La encuesta también reveló un alto nivel de apoyo en todo el mundo a la conservación de los bosques y la tierra, la implantación de energías renovables, las técnicas agrícolas respetuosas con el clima y la inversión en empresas ecológicas.
En los países con un alto nivel de deforestación -Brasil, Indonesia y Argentina- hubo un apoyo mayoritario a la conservación de los bosques y la tierra. En la India, la conservación de los bosques y la tierra fue la tercera política climática más popular en ese país, después de aumentar el uso de energías renovables y utilizar técnicas agrícolas respetuosas con el clima.
En los países donde las emisiones de carbono derivadas del uso de la calefacción y la electricidad son elevadas -Estados Unidos, Australia, Alemania, Sudáfrica, Japón, Polonia y Rusia- el apoyo a las energías renovables es mayoritario.
Los resultados de la encuesta son significativos, ya que muestran un amplio apoyo a la acción climática en todo el mundo y entre diferentes grupos de edad, niveles de educación, nacionalidades y géneros.[3]
Además de presionar a los gobiernos para que actúen sobre el cambio climático y de ejercer sus derechos de voto y cívicos, los individuos pueden facilitar un cambio global hacia un futuro con bajas emisiones de carbono a través de la acción personal y cívica. En lo que respecta al papel de los ciudadanos en la reducción de las emisiones de carbono, los habitantes de algunos países pueden tener un mayor impacto que otros, en función de sus emisiones de CO2 por persona y su mayor influencia en la sociedad. Los individuos en países con grandes emisiones pueden facilitar un cambio global hacia un futuro con bajas emisiones de carbono cambiando sus dietas (por ejemplo, comiendo menos carne, o sin ella) y sus hábitos de viaje (por ejemplo, volando o conduciendo menos), evitando el desperdicio de alimentos y recursos, y reduciendo su consumo de agua y energía. Estas acciones también pueden ayudar a proteger y conservar la biodiversidad. La gente también puede promover el cambio sensibilizando a sus comunidades.[97]
Distribución y equidad
Algunos países y regiones del mundo empezaron a emitir una cantidad significativa de CO2 hace siglos; otros empezaron hace relativamente poco. Una de las razones por la que las emisiones anuales globales están aumentando ahora es el rápido crecimiento de las economías emergentes, especialmente en Asia, Oriente Medio y en América Central y del Sur. Casi todo el crecimiento de las emisiones en este siglo procederá de los países en desarrollo.[28]
Aunque la mayor parte del reciente aumento de las emisiones de carbono puede atribuirse a los países en desarrollo, es importante reconocer que los ricos, como Estados Unidos y los Estados miembros de la UE, han externalizado muchas de las partes más intensivas en carbono y tóxicas para el medio ambiente de su cadena de producción a países como China e India - mientras que el mundo rico sigue consumiendo bienes de alto contenido en carbono, ha llegado a depender de otras partes del mundo para fabricarlos. Por ejemplo, un gran porcentaje de los productos electrónicos que se utilizan en todo el mundo se fabrican en China. Esto tiene el efecto de desplazar las emisiones a estos países, en lugar de reducirlas[32].
La diferencia de impacto entre los principales responsables del cambio climático y los más vulnerables a sus efectos es muy llamativa. Por ejemplo, el 1% más rico de la población mundial (unos 75 millones de personas) es responsable del doble de emisiones que la mitad más pobre de la población mundial (unos 3.750 millones de personas)[32].
Las naciones industrializadas y las regiones del mundo que se enriquecieron con la quema de combustibles fósiles y la explotación colonial tienen los mejores recursos para liderar ahora. A la luz de diferentes circunstancias nacionales, el Acuerdo de París pide que se logren "rápidas reducciones" de las emisiones "sobre la base de la equidad, y en el contexto del desarrollo sostenible y los esfuerzos para erradicar la pobreza".[98]
Hoy en día se reconoce cada vez más la necesidad de adaptarse y ajustarse a las realidades del cambio climático. En el Acuerdo de París se habla específicamente de la adaptación. El aspecto de la adaptación al cambio climático será diferente para las distintas comunidades en diferentes partes del mundo. Los retos de la adaptación al cambio climático serán mayores para la mayoría de los países en desarrollo, dado que muchos de los impactos son mayores en estos países y muchos carecen de la financiación, la infraestructura y la capacidad técnica necesarias para adaptarse.
En última instancia, esto tendrá implicaciones en la igualdad de oportunidades para el desarrollo, tal como se prevé en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU[99] y en la Declaración de la ONU sobre el Derecho al Desarrollo.[100]
Cuanto más se calienta el mundo, más se afecta cada sector. Cuanto mayor sea la degradación de los ecosistemas, más difícil será la adaptación. Las comunidades pobres y marginadas -incluso las de los países ricos- carecen de las capacidades básicas necesarias para adaptarse a los niveles actuales de calentamiento.[32]
Las comunidades pobres y marginadas -incluso las de los países ricos- carecen de las capacidades básicas necesarias para adaptarse a los niveles actuales de calentamiento. Además, la marginación de estas comunidades suele estar vinculada a los mismos procesos que provocan el cambio climático, como el colonialismo, la explotación de los recursos (a menudo degradando los recursos ecológicos que sustentan los medios de vida locales) y la acumulación de capital impulsada por los combustibles fósiles.[32]
En muchos casos, la adaptación no será posible en absoluto, por ejemplo, en algunos lugares la agricultura ya no será posible debido al aumento de las temperaturas y la falta de recursos hídricos. Los países en vías de desarrollo son, en general, los más vulnerables debido a que los impactos son mayores, junto con la falta de infraestructura financiera y tecnológica.[101]
Los países más ricos dispondrán de más recursos que los países pobres para adaptarse a las exigencias de un clima cambiante, lo que significa que es necesario prestar ayuda financiera y tecnológica a los países más pobres. Cuanto mayor sea el grado de calentamiento, mayores serán los impactos en las sociedades, las economías, la salud humana y los ecosistemas, y por tanto mayor será el reto de la adaptación.
De los 192 países que se han comprometido al Acuerdo de París, 127 son parcial o totalmente condicionales. Esto significa que sin la financiación internacional o el apoyo técnico, estos compromisos no pueden llevarse a cabo. Estos compromisos condicionales fueron presentados en su mayoría por países que carecen de la capacidad financiera para reducir las emisiones, así como de la capacidad tecnológica e institucional.[31]
Es posible que muchos de estos compromisos no se lleven a cabo porque, hasta ahora, el apoyo internacional ha sido escaso.[31]
El tema del cambio climático también plantea cuestiones de responsabilidad generacional. Las generaciones mayores fueron las que más se beneficiaron del desarrollo económico gracias a la quema de combustibles fósiles, mientras que las generaciones más jóvenes sufrieron -y están sufriendo- las consecuencias.
COP26 y más allá
La crisis climática y ecológica ya está entre nosotros y se agrava a medida que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y el ser humano continúa destruyendo la biodiversidad. Los daños del cambio climático son peores de lo que se esperaba hace una década, y ya se están sintiendo en todo el mundo. Para mantener a nuestro alcance el objetivo de limitar el calentamiento a un máximo de 1,5 °C, es necesario reducir significativamente las emisiones en la década de 2020, así como en las siguientes.
Los últimos cinco años han tenido algunos éxitos. La energía solar y la eólica han resultado ser mucho más baratas y fáciles de implantar de lo que se preveía, los vehículos eléctricos son cada vez más comunes y están más disponibles, y las tecnologías con bajas emisiones de carbono son competitivas en un número creciente de mercados. No obstante, cada vez se reconoce más la necesidad de reducir las emisiones en los sectores más difíciles de descarbonizar, como la aviación. Un informe de 2018 sobre el sector de la aviación, por ejemplo, concluyó que los planes actuales para actualizar las tecnologías y mejorar las operaciones no mitigará la demanda de combustible y las emisiones previstas.[102]Están surgiendo hojas de ruta para asumir las emisiones de la industria pesada. Los cambios en los patrones de consumo y en los estilos de vida dominantes son también una parte fundamental e integral de las soluciones para abordar el cambio climático.[102] Los estilos de vida de los individuos consisten en varios elementos de la vida diaria, incluyendo el consumo relacionado con la nutrición, la vivienda, la movilidad, los bienes de consumo, el ocio y los servicios.
Ahora que se han fijado los objetivos del Acuerdo de París, se espera que la COP26 de Glasgow se dedique a crear una hoja de ruta más detallada sobre cómo alcanzarlos. Algunas cuestiones importantes para la conferencia serán cómo realizar la transición para abandonar los combustibles fósiles y cómo convertir las promesas de cero emisiones en acciones. Para desarrollar las próximas etapas será necesario el liderazgo a todos los niveles, desde los individuos hasta las empresas y los inversores, pasando por los gobiernos[103]a la Asamblea Global.
Glosario
Adaptación: Cambiar, ajustar o mejorar algo para adecuarlo a una situación diferente.
Presupuesto de carbono: Cantidad de dióxido de carbono que un país, empresa u organización ha acordado que es la mayor que producirá en un periodo de tiempo determinado.
Dióxido de carbono (CO2): El dióxido de carbono es un gas compuesto por una parte de carbono y dos partes de oxígeno.
Conferencia de las Partes (COP): Órgano de decisión encargado de supervisar y revisar la aplicación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Descarbonización: La reducción de las emisiones de dióxido de carbono mediante el uso de fuentes de energía de baja emisión de carbono, lo que significa que se emiten menos gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Crecimiento económico: El crecimiento económico es un aumento de los bienes y servicios producidos en un mercado (por ejemplo, la economía de un país). El crecimiento económico se mide en términos de producto interior bruto, o PIB.
La equidad: Las "responsabilidades comunes pero diferenciadas" (CBDR) son un principio del derecho internacional del medio ambiente que establece que todos los Estados son responsables de hacer frente a la destrucción del medio ambiente mundial, aunque no son igualmente responsables[104].
Explotar/explotación: Utilizar a alguien o algo injustamente en beneficio propio, con falta de cuidado por lo que se explota.
Extinción: Momento en que un tipo de organismo, generalmente una especie, se extingue. La extinción se produce cuando muere el último individuo que queda de la especie.
PIB: El producto interior bruto es la medida estándar del valor añadido creado por la producción de bienes y servicios en un país durante un periodo determinado.
Capa de hielo de Groenlandia: La capa de hielo de Groenlandia es una vasta masa de hielo que cubre 1.710.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente el 79% de la superficie de Groenlandia. Es el segundo cuerpo de hielo más grande del mundo, después de la capa de hielo de la Antártida.
Gases de efecto invernadero: Los seis gases de efecto invernadero contemplados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y su Protocolo de Kioto son: el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos y el hexafluoruro de azufre.
Pueblos indígenas: Ningún organismo del sistema de la ONU ha adoptado una definición oficial de "indígena". Sin embargo, según la definición común, los pueblos indígenas son los descendientes de aquellos que habitaban un país o una región geográfica en el momento en que llegaron personas de diferentes culturas u orígenes étnicos. Los recién llegados se convirtieron posteriormente en dominantes a través de la conquista, la ocupación, el asentamiento u otros medios. Se calcula que hay más de 370 millones de indígenas repartidos por 70 países de todo el mundo[105].
Revolución industrial: En la historia moderna, la Revolución Industrial fue el proceso de cambio de una economía basada en la agricultura y la artesanía, a una dominada por la industria y la fabricación de máquinas, durante los siglos XVIII y XIX.
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC): Órgano intergubernamental de las Naciones Unidas que proporciona información científica objetiva sobre el cambio climático inducido por el hombre, sus impactos y riesgos naturales, políticos y económicos, y las posibles opciones de respuesta.
Bajo en carbono: Que provoca o da lugar a una liberación neta relativamente pequeña de dióxido de carbono a la atmósfera.
Mitigación: Acción de reducir la severidad, la gravedad o el dolor de algo.
Contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN): Las contribuciones determinadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés) son reducciones previstas de las emisiones de gases de efecto invernadero en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Emisiones negativas: Emisiones negativas es uno de los términos utilizados para las actividades que eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera.
Acuerdo de París: El Acuerdo de París es un tratado internacional jurídicamente vinculante sobre el cambio climático, adoptado en 2015.
Contaminación: La presencia o introducción en el medio ambiente de una sustancia que tiene efectos nocivos o venenosos. La contaminación puede ser creada por la actividad humana, por ejemplo la basura en los océanos o la escorrentía química de la agricultura.
Revolución científica: Cambio en el pensamiento que tuvo lugar durante los siglos XVI y XVII. Durante esta época, la ciencia se convirtió en una disciplina propia, distinta de la filosofía y la tecnología. Al final de este periodo, la ciencia había sustituido al cristianismo como punto central de la civilización europea.
Traducciones de temperatura: Grados Celsius (°C) a Fahrenheit (°F):
1.0°C = 1.8°F
1.2°C = 2.6°F
1.5°C = 2.7°F
2°C = 3.6°F
2.5°C = 4.4°F
3°C = 5.4°F
3.5°C = 6.2°F
4°C = 7.2°F
4.5°C = 8.1°F
5°C = 8.8°F
6°C = 10.8°F
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